B5 Partículas y fibras

(polvo fino, nanopartículas, amianto, fibras minerales, etc.)

Polvo es un nombre genérico para las partículas sólidas con un diámetro menor a los 500 micrometros y, en forma más general, materia fina. En la Tierra, el polvo que se encuentra en la atmósfera terrestre proviene de varias fuentes, por ejemplo: polvo del suelo levantado por el viento, erupciones volcánicas, incendios y polución. El polvo disperso en el aire puede tener efectos sobre las propiedades y comportamiento de la atmósfera frente a la radiación solar y efectos significativos en el clima.

El polvo es responsable de la enfermedad del pulmón, Pneumoconiosis. Todos estos riesgos han determinado la adopción de un número de leyes que regulan las condiciones ambientales en los lugares de trabajo.

Polvo doméstico

El polvo en las casas, oficinas, y otros ambientes humanos es en gran medida generado por sus habitantes, especialmente por el desprendimiento de las células de la piel. Aproximadamente el 70 por ciento de la composición del polvo son células muertas de piel humana. También se encuentra algún porcentaje de polvo atmosférico del exterior. En promedio, aproximadamente el ritmo de producción de polvo en una casa es de 6 mg/m²/día, dependiendo de la cantidad de tiempo que se permanezca en la casa y del número de habitantes. Cuando se acumula suficiente cantidad de polvo se forman pelusas.

Los insectos y animales de compañia habita en las casas poseen una serie de interacciones sutiles con el polvo, lo cual puede afectar la salud de los habitantes de la casa. Por ello, es recomendable mantener una cierta circulación de aire, manteniendo las ventanas o puertas parcialmente abiertas. Una vez en el exterior, las partículas de polvo son llevadas por las brisas o desintegradas por la luz solar. En climas fríos, es esencial controlar la presencia de polvo regulando la circulación de aire, dado que, por lo inclemente del clima, se suelen sellar las viviendas con sumo cuidado, con lo cual se evita la entrada de aire fresco, lo que permitiría la posibilidad de renovar el aire.

Los ácaros del polvo doméstico se encuentran en todas las superficies y también suspendidos en el aire, se alimentan de pequeñas partículas de materia orgánica, que es precisamente el principal constituyente del polvo doméstico. Ellos excretan enzimas para digerir las partículas de polvo; estas enzimas y sus heces, a su vez, forman parte del polvo doméstico y pueden provocar reacciones alérgicas en los seres humanos (mayormente rinitis alérgica o asma). Los ácaros del polvo se desarrollan con preferencia en las fibras de los acolchados, muebles y alfombras.

El polvo doméstico puede ser eliminado con varios métodos: barriendo o sacudiendo con un trozo de tela, esponja, plumero o escobillón, o por medio de succión con una aspiradora dotada de un filtro de aire. En principio, el dispositivo que se use retendrá el polvo; sin embargo, parte del mismo puede ser puesto en suspensión en el aire con la propia actividad de limpieza (las partículas que forman el polvo doméstico pueden entrar fácilmente en suspensión) y alcanzar los pulmones de la persona que realiza esta actividad, aumentando el riesgo. Por ello, es preciso tener precaución al limpiar el polvo.

Origen: Aerosoles, substancias en suspensión, polvo, humo, hollín, materiales de construcción y de aislamiento, instalaciones de ventilación y de climatización, equipos, toner, entorno, etc.

Medición de polvo, número y medida de las partículas, amianto y otras fibras (/l, ug/m3, /g, %)

Nota sobre el Amianto (asbesto): Es un mineral fibroso se ha empleado en la construcción y aislamiento térmico, zapatas de freno, embragues, pinturas y protección estructuras metálicas. Existen amiantos azules, marrones y blancos, pueden causar fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón.